Arrebatados del fuego
2021 octubre 23
LECTURA BÍBLICA
Judas 1:20-25
20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. 22 A algunos que dudan, convencedlos. 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne. 24 Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25 al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
Judas 1:20-25
TEXTO PARA MEMORIZAR
Judas 1:23 <<A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.>>
INTRODUCCIÓN
Arrebatados quiere decir: Quitar con violencia o con rapidez algo que esta en peligro, como algo que esta a punto de quemarse o algo que se esta llevando la corriente impetuosa de un rio o mar, o mejor dicho algo que esta en peligro. Todas las personas que no tienen a Cristo como su salvador están perdidos en sus delitos y pecados, lo único que falta es que partan de esta tierra para empezar a arder en las llamas del infierno; es la razón por la que nosotros los cristianos debemos llevar el mensaje del evangelio a toda criatura antes de que perezcan y no tengan mas oportunidad.
LECCIÓN
El apóstol Judas se dirige a todos los que han recibido el mensaje de salvación y que han alcanzado la salvación por medio de nuestro salvador Jesucristo, y nos habla así: Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo. Judas 1:20. El apóstol nos aconseja que nos edifiquemos en nuestra fe, esto quiere decir que nos regocijemos, que nos sintamos dichosos y que debido a esto consagremos a Dios nuestras vidas y le sirvamos con alegría de corazón; en el consejo que nos da nos dice que oremos en el Espíritu Santo, esto es orar no por costumbre, sino, con quebrantamiento, con entrega intima, sabiendo que Dios atiende nuestra oración y que en cualquier momento seremos arrebatados de esta tierra para llevarnos a nuestra morada eterna en gloria.
La luz que nos dan las escrituras es de que nos consagremos para que seamos preservados por el Espíritu de Dios y podamos estar preparados para el encuentro con nuestro Señor Jesucristo, el apóstol lo expresa así: conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Judas 1:21. Esto tiene que ver con la paciencia: Todos los que han creído en el Señor desde su muerte hasta hoy han muerto esperando en él, pero todos los que han muerto en Cristo están seguros, solo esperan el día de la resurrección para salir al encuentro de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros al igual que ellos debemos esperar con paciencia, el día llegara en cualquier momento en que Jesús aparecerá sobre las nubes del cielo a buscarnos.
En todas las edades ha habido gente que duda de lo que Dios dice, es la razón por lo que Dios esta buscando hombres y mujeres que le crean para utilizarlos con autoridad y poder, en estos últimos tiempos todo nos habla a gritos que Jesús vendrá en cualquier momento; Vivimos tiempos de desatres pero, Dios sabiendo que en los últimos tiempos todas estas cosas habían de pasar inspiro al apóstol Judas para decirlo así: A algunos que dudan, convencedlos. Judas 1:22. No es fácil convencer a los incrédulos, pero aquellos que lo logren habrán salvado sus almas de morir en los tormentos eternos. Como hijos de Dios, debemos persuadir a las personas a renunciar a la fantasía de este mundo para que puedan alcanzar lo que es verdadero. Convencer quiere decir: hacerlos cambiar de opinión, en otras palabras, hacerlos cambiar de camino y de destino, que aquellos que por su mala vida están destinados a ser condenados y apartados de Dios para siempre, puedan entenderlo para que se arrepientan y gusten lo lindo que es tener a Cristo en el corazón y hereden la vida eterna.
En esta escritura el apóstol comisiona a los creyentes a comunicar la palabra de Dios con el buen propósito de salvarlos, sabiéndolo bien que si no lo hacemos o no lo logramos, sus vidas corren el peligro de arder en las llamas del infierno, el apóstol lo dijo así: A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne. Judas 1:23. Se nos advierte que van ha haber personas que nunca creerán al mensaje de la palabra de Dios, porque su corazón esta endurecido, pero de los tales dijo el apóstol Judas: aborreced aun su ropa porque esta contaminada, con los réprobos y los contrarios no hagas amistad, para ellos es el infierno, el apóstol Judas dijo que para ellos hay una reservación y es esta, lo dijo así: Judas 1:12-13. Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; 1:13 fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
De esta tierra todos seremos arrebatados unos para el cielo y otros para el infierno, lo importante para las personas es de que sepan hacer una buena decisión, ya que esta determinación es para siempre. Cuando las personas se casan se casan prometiendo estar unidos hasta que la muerte los separe, pero muchos de ellos después de un tiempo se divorcian y se separan antes de que la muerte llegue; pero en este caso no es así, los que se casan con el infierno, no podrán divorciarse de el, y los que se casan con el cielo vivirán en el por siempre. Los que reciben a Cristo tienen todas las garantías de ser bendecidos en esta tierra y de serlo por una eternidad, la escritura lo dice así: Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, Jadas 1:24. Dios promete que el nos guardara sin caída para que podamos estar firmes para el día glorioso cuando Cristo venga, Dios promete guardarnos sin mancha, ¿cómo es posible esto? Es posible porque la sangre de Cristo sigue fluyendo, y pecado que cometemos y pecado que lavamos en la sangre de Cristo tanto que nuestras vidas permanecen intachables.
El Cristiano no se complace en el pecado, el cristiano se deleita en ser lleno con la presencia del espíritu Santo; El cristiano que aprende a ser lleno con la presencia del espíritu Santo, entra en una dimensión de milagros y maravillas, tanto que cada día quiere acercarse mas a Dios y vive apasionado por su presencia. El apóstol Judas termina su libre diciendo: al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén. Judas 1:25. En esta escritura el apóstol dice que no hay otro Dios, dice que servimos al único Dios que existe en el universo, fuera de el no hay otro Dios, todos los demás dioses están enterrados, el único que resucito se llama Jesús de Nazaret; se nos dice que es el único que se merece la gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Todos nosotros estuvimos en el fuego del pecado, pero Cristo ya nos arrebato de la condenación y nos traslado al reino de la luz en gloria; hoy tenemos las garantías de perseverar y estar firmes para el día en que nos encontraremos con Jesús.
APLICACIÓN
Todos seremos arrebatados, unos para el cielo y otros para el infierno, los que van para el cielo los arrebatara Cristo, la escritura lo dice así: Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1a de Tesalonicenses 4:17. Para los que serán lanzados al infierno la biblia dice así: Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:15. El tiempo de hacer la decisión es hoy, si desprecia esta oportunidad, no sabemos si haya otra, pero hoy es el día de salvación para usted.
[Haga el llamado y repita con ellos la oración de fe]